El Barrio Cascajero, ubicado en el municipio de Condoto, Chocó, tiene sus orígenes en 1987, cuando Flor Maris Suárez Hurtado, conocida en la comunidad como "Panchú", se estableció en el sector junto con sus padres, Jesús Antonio Ruiz Mena y Clara Inés Hurtado, provenientes del barrio El Salto. En esta primera etapa, los habitantes del naciente barrio se dedicaban principalmente a la minería artesanal, conocida en la región como mazamorreo, actividad fundamental para la economía local.
El territorio en el que hoy se asienta Cascajero colindaba con una vereda habitada por trabajadores de la empresa minera Chocó Pacífico, que había operado en la región desde antes de 1950, explotando los recursos auríferos del río Condoto. La presencia de esta compañía influyó en la configuración geográfica y social del barrio, pues las actividades extractivas modificaron el paisaje y, en muchos casos, determinaron las formas de vida de sus habitantes.
En sus inicios, Cascajero carecía de infraestructura básica, por lo que sus habitantes debían movilizarse a pie a través de senderos improvisados o utilizar las orillas del río Condoto como única vía de acceso, exponiéndose a riesgos como deslizamientos y crecientes. Ante esta situación, la comunidad se organizó espontáneamente, estableciendo una junta comunal informal que permitió gestionar sus necesidades colectivas.
Uno de los primeros logros de esta organización fue negociar con los dueños de las minas para que prestaran maquinaria pesada, como retroexcavadoras, con el fin de mejorar los caminos. Gracias a este acuerdo, se trazaron las primeras vías de comunicación que permitieron conectar el barrio con otras zonas del municipio.
El nombre del barrio está estrechamente ligado a la actividad minera. La maquinaria utilizada en la extracción del oro removía grandes cantidades de tierra, dejando a su paso acumulaciones de cascajo (fragmentos de roca y escombros). Debido a esta particularidad del terreno, los habitantes de barrios vecinos comenzaron a referirse a la zona como "Cascajero", y con el tiempo, esta denominación se consolidó como el nombre oficial del barrio.
A medida que el barrio se consolidaba, sus habitantes enfrentaron nuevos desafíos, especialmente en lo relacionado con la vivienda y la educación.
Uno de los hitos en el desarrollo de Cascajero fue la edificación de la primera casa de material, construida por Evelio, lo que marcó un avance significativo en la estabilidad habitacional del sector.
Paralelamente, la falta de un centro educativo en el barrio generaba gran preocupación entre las familias, ya que los niños debían recorrer largas y peligrosas distancias para asistir a la escuela en el corregimiento de Mandinga. En respuesta a esta necesidad, en 1993, los padres de familia tomaron la iniciativa de crear una escuela comunal en la casa de Papu, trasladándose posteriormente a la vivienda de Carmen Anais Mosquera.
El crecimiento poblacional del barrio motivó la búsqueda de un espacio formal para la educación. Gracias a la gestión de la comunidad y al apoyo de la multinacional Sindeplan, se adquirió la casa de Rutilio Sánchez, que se convirtió en la primera sede educativa oficial de Cascajero.
Con el fortalecimiento de la comunidad, se estructuró formalmente la Junta de Acción Comunal (JAC), con la siguiente directiva:
● Presidenta: Flor Mary Suárez
● Tesorera: Leonardina Lozano
● Secretaria: Luz Miriam
Esta organización permitió canalizar esfuerzos para mejorar la calidad de vida del barrio, promoviendo gestiones para la educación, infraestructura y bienestar social.
En 1993, una creciente del río Condoto afectó gravemente al corregimiento de Mandinga, lo que obligó a muchas familias a desplazarse hacia Cascajero, acelerando su expansión y consolidación como un barrio en crecimiento.
El crecimiento del barrio impulsó la construcción de nuevas infraestructuras que mejorarían las condiciones de vida de sus habitantes.
● 1994: Se inauguró el matadero municipal de Condoto, promovido por Jorge Eliecer Córdoba Aguilar.
● 1994: La señora Dalia gestionó el primer comedor comunitario para los niños del barrio, el cual evolucionó hasta convertirse en un hogar comunitario que brindó protección y educación a 32 niños menores de cinco años. Las profesoras encargadas fueron Flor Mary Suárez y Emilia Serna.
● 1995: Llega la Fundación Sindeplan, que realizó proyectos de mejora en la infraestructura de viviendas del barrio hasta 2001, año en que la fundación cesó sus operaciones tras el fallecimiento de varios de sus benefactores en el atentado del World Trade Center en Nueva York.
● 2004: En la administración del alcalde Horacio Moreno, se construyeron las escaleras de acceso al río Condoto, utilizadas para transporte, lavado de ropa y preparación de alimentos. También se construyó un pequeño parque infantil, aunque su corta vida útil se debió a la baja calidad de sus materiales.
● 2008: Bajo la presidencia de la JAC de Luz Emérita, se gestionó con la empresa Aluviones S.A. una casa comunal prefabricada, la cual, con el tiempo, colapsó debido a las condiciones climáticas de la región.
● 2022: La Cruz Roja Noruega llegó a Chocó y, en Cascajero, promovió la creación de comités de salud y capacitaciones en autocuidado, consumo responsable y primeros auxilios. También realizaron un censo poblacional, dotaron al colegio del barrio con tanques de almacenamiento de agua y adecuaron un parque comunitario.
La identidad cultural del barrio Cascajero está marcada por sus tradiciones orales y expresiones artísticas. Los relatos de sus habitantes más antiguos evocan experiencias sobrenaturales en la zona, donde personajes míticos como "La Viudita", "La Pata Sola", "El Mohán" y "El Tarro con Botas" cobraban protagonismo en las noches, generando temor y asombro en la comunidad.
El Barrio Cascajero ha mantenido vivas sus tradiciones ancestrales, como los alabaos y gualíes, cantos fúnebres de profundo significado espiritual.
Además, la comunidad ha fomentado la música y la danza a través de eventos como "Las Banditas Callejeras y Comparsas", donde los habitantes celebran con coplas improvisadas y bailes tradicionales de chirimías y bundes.
En las festividades patronales en honor a la Virgen del Rosario, la comunidad combina la devoción religiosa con la expresión de sus necesidades sociales, exigiendo mejoras en acueducto, alcantarillado, alumbrado público y pavimentación.
Modernización y Proyectos Recientes
En 2021, con la gestión de los habitantes y el alcalde Yeferson Lozano Mosquera, se formalizó la Junta de Acción Comunal del barrio Cascajero. En 2023, se actualizó su estructura organizativa y se gestionó la construcción de una Casa Comunal y la pavimentación de las principales vías, obras que se ejecutaron en 2024, bajo la administración de Gustavo Elías Hincapié.
Hoy en día, Cascajero cuenta con infraestructura vial mejorada, espacios comunitarios funcionales y un colegio que representa el esfuerzo de sus habitantes por garantizar el acceso a la educación y el bienestar de las nuevas generaciones.